Barry Jenkins, director de cine ganador del Oscar en 2017 por Moonlight, se ha querido dirigir a los jóvenes realizadores durante la conferencia de su nuevo largometraje «El Blues de Beale Street», para animarles en su camino en el mundo del cine apoyándose en las nuevas tecnologías y su gran potencial para el sector.
Tal y como cuenta Jenkins en una entrevista, el comenzó en el mundo del cine «por casualidad», ya que llevaba varios años estudiando en la universidad estatal de Florida cuando descubrió que tenía una escuela de cine. Un lugar donde aprendío e interiorizó todo aprendido.
“Los de mi promoción aprendimos a editar usando mesas de montaje en las que había que cortar literalmente la película fotográfica y luego volver a pegarlas. Después de editar así las películas durante un año, fue un cambio radical pasar a un tipo de montaje no lineal. Ahora solo edito cuando me parece absolutamente necesario”
Jenkins ha estudiado técnicas tradicionales pero también modernas, consiguiendo un estilo característico gracias a equipos digitales actuales con como la cámara ARRI Alexa, el Macbook Pro o incluso el nuevo iPad Pro. Tal es e interés en los equipos de Apple que llego a protagonizar la campaña «Detrás del Mac» que se lanzó el año pasado, donde veíamos al director con su MacBook protegerse de la lluvia.
“Las cámaras ARRI Y la plataforma Apple se las dos cosas que me han ayudado convertirme en el cine hasta que soy”
Según Jenkins la historia del cine ha estado siempre vinculada a los 35 mm, pero ahora son equipos formados por chips informáticos donde se pueden incluso programar algoritmos para que se comporten o capten la luz de una determinada manera, eliminando así limitaciones técnicas relacionadas con la fabricación de algunas películas fotográficas y su rango dinámico (en su nuevo trabajo «El Blues de Beale Street» se esta usando para dar prioridad a los tonos de piel más oscuros).
Más allá de las cámaras la marca de las películas reciben el montaje. Un montaje que también se ha adaptado a las nuevas tecnologías. Joi McMillon, colaboradora habitual en céntimos fue una de los dos editores que optaron a los car por Moonlight y que utiliza para sus montajes Avid en el Mac Pro.
Jenkins es consciente de que una nueva generación de realizadores viene pisando fuerte, y ahora incluso la vieja guardia está empezando a usar las nuevas herramientas… poniéndose manos a la obra con lo digital, como Steven Soderbergh que rueda casi exclusivamente con el iPhone desde hace unos años (La última película de Soderbergh, High Flying Bird, se rodó en un iPhone 8 y se estrenó en Netflix el mes pasado.)
“Hoy en día puede rodar casi cualquier cosa que te propongas, ya sea con el teléfono o con una DSLR” “El mundo esta lleno de posibilidades para los jóvenes realizadores”